¿Qué es este blog?





Endless sparkle es un blog en el que cada quince días publico un capítulo de esta historia que llevo entre manos. Mi intención no es otra que abrir las puertas de ese mundo que voy creando poco a poco para que tú, como yo seas partícipe de la vida de sus personajes y vivas con ellos todo tipo de emociones. Este relato está fabricado con cariño y dedicación en mis poquitos ratos libres y para mí es especial poder compartir lo que para mí es una de mis grandes pasiones, escribir. Espero que disfrutes y sigas esta novela.



domingo, 15 de enero de 2012

Capítulo 3


Pulsa la tecla roja de su teléfono, pero la llamada ya ha finalizado, Clara ha colgado primero, esa chica es encantadoramente despistada. Siempre ha si do así, es algo que forma parte de su mejor amiga, no puede imaginarla sin sus olvidos, sin sus distracciones, sin esa personalidad alborotada. Carlos deja su teléfono encima de la estantería, se dirige a su taquilla, se quita la chaqueta con cuidado, la dobla y la guarda en el primer estante de su interior, hace lo mismo con sus jeans. Coge la bata y los pantalones del segundo estante, entorna la puerta de la taquilla y se sienta en el banco que domina la mitad de la estancia, mira de nuevo su teléfono. No ha llamado a Clara para despertarla, imaginaba que estaría en la oficina, liada con alguno de sus asuntos laborales, ocupada con la reunión, solo quería recordarle que hace una semana quedaron para verse esta tarde, no han hecho planes concretos, no saben en que ocuparán el tiempo, pero eso no es ningún problema, estando juntos sabrán divertirse como han hecho siempre, quizá vean una de esas comedias románticas que han estrenado en el cine la última semana, a Clara le encantan y él al menos se divierte con las situaciones absurdas en las que los personajes se ven envueltos, quizá vayan a tomar a café a una de las terrazas del paseo, o quizá simplemente paseen por el centro, sea lo que sea sabe que será una tarde genial. Se levanta y abre la puerta de la taquilla de nuevo, guarda el reloj y sus zapatos, cambiándolos por sus zapatillas de trabajo. La cierra con una pequeña llave azul que acto seguido guarda en el bolsillo de la bata verde que ahora viste. Coge el teléfono de la estantería y lo introduce en el bolsillo de su pantalón. Echa un último vistazo a la habitación para comprobar que no deja nada fuera de su sitio y se dispone a salir. Clara no parecía acordarse de nada esta mañana, aunque es normal debido a la situación, se ha levantado alterada, consciente de que se encontraba en un apuro, lo lógico es que estuviera descolocada, desubicada y lo seguirá estando hasta que todo quede solucionado, hasta entonces toda su atención, sus cinco sentidos están pendientes de que nada más se estropee, de remediar el error de esta mañana. Carlos agarra la manivela de la puerta, espera con todas sus fuerzas que la reunión de Clara no se alargue hasta esta tarde, sería una auténtica faena que no pudieran verse después de todo. Pero es una posibilidad que está ahí, quizá hayan aplazado la reunión al ver que Clara no llegaba, quizá han decidido organizar alguna actividad con los clientes a modo de disculpa por la espera de la mañana, o quizá simplemente por motivos ajenos a la chica, los temas se alargan y necesitan de más tiempo para concluir el comité. En fin, si eso ocurre lo aceptará y le propondrá quedar mañana, o pasado, o cuando ella tenga un rato libre, de todos modos son solo amigos, y los amigos pueden esperar para verse. Ese último pensamiento provoca un desagradable escalofrío que recorre el cuerpo de Carlos, gira la manivela y sale del vestuario, la cierra de nuevo y se adelanta por el pasillo hasta la puerta blanca que levanta al final del mismo, con paso rápido, a él también se le hace tarde.

1 comentario:

  1. ¡Vaya con Clara! Que despistada a salido, ¿cómo no se le ocurrió ponerse un despertador xD
    Carlos es un encanto.
    Esperaré a ver como sigue esta historia =D

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